Gonzalo Higuaín jugó en grandes clubes de todo el mundo (River, Real Madrid, Napoli, Milan, Chelsea, Juventus), pero claramente el lugar más cómodo fue en la MLS, en el Inter de Miami.
Porque se lo respetó, hizo sentir cómodo, llegó hasta jugar con su hermano, su mamá los vio nuevamente juntos en una cancha, y encontró un lugar que lo hizo sentir en FAMILIA.
Recientemente, con 34 años, el Pipa anunció su retiro, y en conferencia de prensa afirmó: “nunca nadie me regaló nada y hoy si me hicieron ese reconocimiento es porque me lo gané. Agradezco a los fans, al club, a mi familia, estoy muy feliz”.
Esa felicidad del Pipa se notó en cada partido, gol y festejo. Porque Higuaín dejó bien en claro, que pudo haber pasado por grandes clubes de fútbol, pero eligió retirarse en Inter, su casa de siempre. Su corazón con rosa y negro, siempre.
En su última conferencia de prensa concluyó sentirse «un privilegiado» por haber disfrutado del fútbol, con sus momentos buenos y no tan buenos. «Me llevo momentos maravillosos en la cabeza y en el corazón. Hice una carrera impensada. Logré más de lo que podía llegar a imaginar», sostuvo al cerrar su historia como futbolista.